El corazón del Zócalo Capitalino
Eran aproximadamente las 7:42 de la tarde el sol brillaba con gran fuerza, el cielo estaba despejado, la ciudad estaba tranquilamente vacía ,llegué por la calle de los azulejos, bajé del coche y caminé hacia la plancha del zócalo, de lejos parecía que no había mucha gente pero cuando me fui acercando más, pudé percatarme que realmente si había mucha gente a pesar de no estar concentrada en un solo lugar había personas en toda la explanada del zócalo, observé de un kiosco nuevo que habían puesto, a decir verdad hace mucho que no iba al centro de la Ciudad de México.
Un señor que barría una parte de la explanada con su uniforme de la CDMX, familias caminando juntos de la mano, parejas de novios besándose, un chico haciendo malabares y una que otra pareja sentados en el suelo como si fuera parque,cada uno disfrutando su tarde de diferente manera.
El sonido de fondo eran unos tamborazos que llaman la atención a cualquiera que fuera caminando por la explanada , cruce la calle, percibí los mototaxi con los colores distintivos de los taxis en la cdmx, al llegar al otro lado de la acera, justo a un costado de la catedral se reunía un gran numero de personas por lo que decidí acercarme , eran los danzantes, entre el humo de copal, el sonido profundo del tambor y los movimientos cargados de simbolismos, es fácil transportarse en el tiempo de la gloriosa época de los aztecas, cuyo legado sobrevive gracias a mexicanos apasionados como estos danzantes a los que les tome una fotografía,al finalizar su danza el público que los rodeaba les aplaudía su talento.
Al volver a la plancha del zócalo encontré a una niña de aproximadamente 10 años patinando a lo largo y ancho de la plancha, me preguntaba ¿Dónde estaban sus padres? pues realmente no se encontraba con nadie.
Escuchaba una voz a lo lejos de una anciana "doraditas de nopales" decía, al acercarme a donde estaba sentada en un reboso rosa, la mujer con una trenzas muy curiosas me invitaba a probar sus "doraditas" "son de a diez joven ,compreme una, ya me quiero ir a descansar" me dijo, por lo que el olor a quesito fresco, salsa y nopalitos me sedujeron al instante, le compré una y me la fui comiendo en el camino de vuelta al coche, recorrí por ultima vez la explanada, me encontré con un puesto de un matrimonio con su hijo, vendían jugos de naranja y unos colores de gran tamaño pues eran colores de madera gruesos.
Seguí caminando y justo en frente de Palacio nacional había casas de campaña en donde se aguardaban bajo la leyenda "plantón por la dignidad y justicia, atte: los mexicanos", más adelante una gran fila de personas estaba abordando un camión por lo que le pregunté a una de las señoras que estaba formada hacia donde se dirigía el camión y ella contestó que se iban para su pueblo pues no le había hecho caso el señor Obrador, seguí caminando hasta llegar a mi automóvil, ya estaba mi padrea ahí, abordé el coche y me despedí del corazón la ciudad, del Zócalo capitalino.
La catedral del Zócalo Capitalino
El Kiosco instalado en la plancha del Zócalo
Un señor que barría una parte de la explanada con su uniforme de la CDMX, familias caminando juntos de la mano, parejas de novios besándose, un chico haciendo malabares y una que otra pareja sentados en el suelo como si fuera parque,cada uno disfrutando su tarde de diferente manera.
El personal de limpieza limpiando la explanada.
El amor en el corazón del zócalo.
Algunos otros ,sentados como si fuera un parque, contemplando el atardecer.
Un chico haciendo malabares en medio la plancha capitalina.
El sonido de fondo eran unos tamborazos que llaman la atención a cualquiera que fuera caminando por la explanada , cruce la calle, percibí los mototaxi con los colores distintivos de los taxis en la cdmx, al llegar al otro lado de la acera, justo a un costado de la catedral se reunía un gran numero de personas por lo que decidí acercarme , eran los danzantes, entre el humo de copal, el sonido profundo del tambor y los movimientos cargados de simbolismos, es fácil transportarse en el tiempo de la gloriosa época de los aztecas, cuyo legado sobrevive gracias a mexicanos apasionados como estos danzantes a los que les tome una fotografía,al finalizar su danza el público que los rodeaba les aplaudía su talento.
La aglomeración de la gente ante los danzantes.
Los danzantes del zócalo con sus penachos.
Los danzantes del centro capitalino con sus vestuarios ofreciendo la danza.
El público aplaudiendo a los danzantes.
Al volver a la plancha del zócalo encontré a una niña de aproximadamente 10 años patinando a lo largo y ancho de la plancha, me preguntaba ¿Dónde estaban sus padres? pues realmente no se encontraba con nadie.
La niña patinando en la plancha del zócalo.
Escuchaba una voz a lo lejos de una anciana "doraditas de nopales" decía, al acercarme a donde estaba sentada en un reboso rosa, la mujer con una trenzas muy curiosas me invitaba a probar sus "doraditas" "son de a diez joven ,compreme una, ya me quiero ir a descansar" me dijo, por lo que el olor a quesito fresco, salsa y nopalitos me sedujeron al instante, le compré una y me la fui comiendo en el camino de vuelta al coche, recorrí por ultima vez la explanada, me encontré con un puesto de un matrimonio con su hijo, vendían jugos de naranja y unos colores de gran tamaño pues eran colores de madera gruesos.
La familia vendiendo jugos y colores de maderas jumbo.
Seguí caminando y justo en frente de Palacio nacional había casas de campaña en donde se aguardaban bajo la leyenda "plantón por la dignidad y justicia, atte: los mexicanos", más adelante una gran fila de personas estaba abordando un camión por lo que le pregunté a una de las señoras que estaba formada hacia donde se dirigía el camión y ella contestó que se iban para su pueblo pues no le había hecho caso el señor Obrador, seguí caminando hasta llegar a mi automóvil, ya estaba mi padrea ahí, abordé el coche y me despedí del corazón la ciudad, del Zócalo capitalino.
Las tiendas de campañas instaladas afuera de Palacio Nacional.
Una de las propagandas de los manifestantes.
Dani, me encantó tu crónica, sigue así, en verdad. Me gusta cómo te expresas. Felicidades ♥️
ResponderEliminarHermosa crónica.
ResponderEliminarSaludos Dani!
Súper interesante, sigue así.
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