Prosigo a la meta
Una tarde soleada pero el viento frio sobre mis mejillas, las hojas caen de las jacarandas, el sol aun esta presente, se asoma por una esquina dando una luz muy especial, camino hacia una jardinera justo en medio del parque ubicado en la colonia escuadrón 201 en donde me dispongo a ver corredores.
Un señor con una gorra que esta sentado en una banca verde hablando por teléfono ,Una pareja caminando por el parque dando varias vueltas ,puedo imaginarme que se están conociendo pues se miran mientras hablan, de pronto veo una pareja, son dos hombres, están calentando ,realizando varios movimientos para poder correr, unos niños juegan con papalote mientras intentan en repetidas ocasiones volarlo.
Avanza el tiempo y vuelvo a ver a los dos hombres quienes se encuentran justo en medio del parque en una zona que esta pavimentada, uno de ellos viste una playera blanca sin mangas y un pants negro con rayas blancas de los lados y unos tacos de futbol de color negro ,mientras que su compañero vestía un pants completo de color blanco y unos tenis color verde militares estiraban y hacían uso de un palo de escoba para ciertos ejercicios de calentamiento.
Un señor con pants negro se acercaba a la pista ,con movimientos circulares con sus manos y su cabeza,sus tennis negros Nike especiales para correr, sigue caminando haciendo ciertos movimientos, de pronto unos niños vienen corriendo lanzando al cielo su papalote con estampado militarizado.
Me acerco a uno de los corredores, lo saludo y le digo ¿Cómo estas? ¿correrás esta tarde?, él me responde:"si, solo que estoy calentando", me mira de arriba hacia abajo, yo vestido con jeans y zapatos cafés y pregunta "¿tú no pensaras correr así o si?" lo miro a los ojos y le respondo; no para nada.
Observo a mi alrededor un señor viene con su perro snowser ,y entonces pienso todo mundo prosigue a su meta. Los corredores preparándose para entrenar ,los niños que su única meta que es divertirse, el señor paseando a sus perro, pero nadie se fija en lo que ya han recorrido, sino que ahora se concentran en lo que me falta por recorrer y prosiguen a su meta.
Sigilosamente me retiro de la pista, escucho el sonido de las piedras mientras mis pies las pisan, camino dos calles, el tianguis de cada fin de semana ya esta recogiendo, he llegado a la casa de mis abuelos ,en donde convivo con ellos cada domingo, me siento en su sala con ellos y disfruto de un programa nuevo de comedia.
Saludos, Daniel, bien los detalles descriptivos en tu crónica. Revisa la retroalimentación completa en tu correo. Saludos
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